Apuntes sobre la estructura económica chilena

Benjamin Lobos, Economista

Estos apuntes  de investigación son parte de una serie que saldrán por nuestra revista Ideas de Izquierda,  teniendo por objetivo comprender la estructura económica en Chile, con el fin de encontrar un salida programática a los problemas que devienen del sistema capitalista en un país atrasado .

Parte 1: La integracion subordinada de Chile al mercado mundial

Las cadenas globales de valor y las transnacionales

Las cadenas globales de valor, son todos los procesos primarios, intermedios y finales que requiere una mercancía para salir al mercado como producto. Las cadenas de valor crecieron  por el mundo en las décadas del 60 y 70, a partir de la expansión, principalmente, de empresas estadounidenses. Esta expansión fue empujada por el aumento de la competencia internacional, que hizo caer la tasa de ganancia, obligando a las empresas estadounidenses a relocalizar su capital, particularmente en el sector manufacturero.  Es decir, se desarrolla una nueva división del trabajo a nivel internacional, buscando en la reducción de costos la revitalización de las ganancias. Esto establece nuevo marcos de desarrollo para los países atrasados que deben integrarse a la economía mundial, este proceso que se aceleró durante los años 80, debido a la constante expansión del capitalismo y su dinámica de búsqueda de ganancia-competencia-crisis , dio  inicio a  un camino de reformas en los países “fabrica”.

La clave del proceso, es que los capitalistas (transnacionales) se expandieron por el mundo, analizando los lugares con las mejores “ventajas comparativas” , la síntesis de esto  fue “tercerizar la producción”, es decir, que las economías atrasadas actuaran como fábricas de una parte inferior del  proceso productivo en su conjunto,  al ser ricas en recursos naturales y  también  débiles en marcos institucionales, factor que  permite a las grandes transnacionales empujar por la fuerza , ya sea dictaduras o variantes, para establecer  una  nueva escisión del trabajo a nivel mundial.

El Cobre en Chile dentro de la nueva división internacional del trabajo

En Chile esto se expresa en la producción de  cobre: el 70% de los capitales son extranjeros de transnacionales  estadounidenses, australianas y canadienses, principalmente. Muchas de las grandes minas de cobre construidas en Chile en la década de los 90, tales como Candelaria, Collahuasi, Escondida y Los Pelambres, fueron financiadas por empresas japonesas que pretendían garantizar el suministro de concentrados para sus fundiciones al otro lado del Pacífico. Esto debido a que en el periodo anterior (1980), Chile exportaba cobre refinado, fue a partir de los 90 que las inversiones cambiaron, por la entrada de China a la división del trabajo del cobre, con grandes refinerías para su fundición.

Se puede ver que la escisión actual de la producción de cobre  se caracteriza por tener cada vez una  división más  estricta,  esta es dada por la dinámica de la economía mundial, dirigida por los centros, en este caso Japón, y  China más recientemente.

Esta división del trabajo conlleva también una escisión de las rentas que se producen, particularmente en Chile las rentas del cobre. Por esta razón debemos ver qué implicancias tiene esta “integración subordinada”  sobre las rentas.

La division mundial  del trabajo y las rentas

El comercio mundial está dominado por las empresas transnacionales con sedes en los países ricos, y se caracteriza por tener bloques regionales con centro en Alemania, Estados Unidos, Japón, y recientemente China.

La mayoría de la actividades relacionadas con las cadenas de valor, se realizan en los países antes mencionados. Particularmente, los cambios entre 1980 y el presente han sido nulos en América Latina y Chile, región que mantiene su estructura exportadora, y aunque las exportaciones se han sofisticado después del año 2000 con la entrada de China a los mercados mundiales, esto ha sido solo en términos aparentes, ya que esta sostificación depende de la importación de insumos  (Máquinas y Equipos)  para la producción, llevándose así gran parte de la renta en términos de costos de importaciones.  En un estudio realizado por Caraballo y Jiang, tomando la base de datos del World Input Output Database (WIOD), se muestra como la importación de insumos para la producción esta correlacionada con la calidad de valor agregado de esta. Es decir, que a nivel nacional los trabajadores y sociedad, obtendrán una porción menor del valor incluido de los bienes producidos en la medida que se requieran más insumos importados.

Así, los países ricos captan una parte desproporcionada del valor que se crea en el comercio mundial, donde se realizan las cadenas globales de valor.  Estudios de la OCDE establecen que los países centrales  captan la mayor parte del valor agregado (Ganancias, Ver Figura V1)

En Chile el aumento de las exportaciones de cobre se debe principalmente a la mayor demanda de China por el metal rojo. Esto ha impulsado la inversión de las transnacionales que actúan como centros de organización de la economía mundial para traspasar el valor agregado del cobre  a las economías del primer mundo. La inversión en cobre, en lo que se refiere a máquinas y equipos la llevan adelante estas transnacionales con gran capacidad de liquidez y endeudamiento, y aunque esto significa un mayor porcentaje de exportación de cobre para Chile, no se transfiere en términos de valor agregado a los trabajadores ni a los capitalistas nacionales. La fuerte correlación entre la Inversión Extranjera Directa (IED) y la tasa de participación en las cadenas de valor, viene a confirmar esto.

El avance tecnológico y las patentes

Uno de los factores que explica por qué los países capitalistas centrales obtienen la mayor parte de las ganancias y que  puedan sostenerlo en el tiempo, es por el control del avance tecnológico. En el año 2012 el 80% de las patentes por avances tecnológicos, fueron presentadas por estados Unidos, Japón y Países de la Unión Europea. Si se considera que gran parte del valor agregado se obtiene por las capacidades tecnológicas de un país, esto sin duda es un factor de traspaso de valor. Si miramos los números, 97 de las 100 transnacionales más sofisticadas tecnológicamente están en los países desarrollados al año 2008, y 94 al 2015, es decir, únicamente 6 en países en desarrollo, y se debe considerar que China entra en esta categoría.

El rol del estado

Otra de las claves para mantener este mecanismo de escisión y “obtener casi todo por nada” llevado adelante por las transnacionales con residencia en los países imperialistas, es posible dada  la desregulación del trabajo y la liberización del comercio, por medio de los organismos internacionales y el estado. En Chile este cambio se llevó adelante en dos partes: La dictadura rehízo el modelo económico, en base al modelo que buscaban los países centrales, de la mano de los Chicago Boys, cambiando el código laboral, las AFP, destruyendo los sindicatos, y dejando libertad para la especulación financiera. Esta desregulación del mercado en su conjunto continuo en segunda parte por la Concertación, quien profundizó el modelo y  desreguló la entrada de capitales a Chile.

La estructura económica subordinada  y el problema ambiental en Chile.

El problema ambiental aunque es tema recurrente en los países atrasados, hoy en Chile cobra mayor relevancia. El tema afecta principalmente a los trabajadores y sus familias, que viven en las zonas de sacrificio. Estas zonas son parte de la reorganización mundial del trabajo llevada a delante por las grandes transnacionales. Las termoeléctricas y empresas altamente contaminantes, son parte de la escisión, que busca encontrar a bajos costos energía para la producción en la etapa primaria de las cadenas de valor.

En Chile resulta difícil pensar en una  reconversión de estos medios energéticos en los marcos actuales. Primero, esto elevaría los costos de producción,  y perjudicaría a las transnacionales, debido a la alta competencia que  busca ascender en la cadena de valor. Segundo, el estado y los capitalistas locales no pueden llevar adelante un proyecto de desarrollo propio, debido a su baja tasa de participación en el actual valor agregado. Es decir, no tiene los medios para empujar un desarrollo tecnológico que permita transformar el conjunto de la economía.

En las condiciones actuales del capital, cualquier cambio de la estructura será rompiendo con el capitalismo, debemos ver que la  economía le pertenece  las transnacionales que buscan rentabilizar sus ganancias por medio de  los países atrasados,  reduciendo costos y generando la dependencia insumos, por otro lado, los capitalistas nacionales tampoco pueden llevar adelante esta tarea, la nueva división de la economía mundial los deja en la parte empobrecida de la cadena, la mayor escisión del trabajo fomenta una mayor centralización del capital en favor de los más grandes, y esto se transfiere en término de “poder” en establecer patentes, acuerdos comerciales, y términos de intercambio en general, así se establecen límites con las burguesías débiles y son subordinarlas a sus intereses, es decir, están integrados a la economía y se favorecen de la redes de producción organizadas por los países centrales por medio de su grandes corporaciones, pero su peso para producir algún cambio es de medida cero.

 

 


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