Wilhelm Reich: Un psicoanálisis para la revolución proletaria (Parte I)

 

Por Edson Elgueta

Una de las principales características que conectaron al marxismo y al psicoanálisis desde su origen, fue la auspiciosa tarea de constituirse como una teoría revolucionaria, donde cuya aplicación buscó extenderse al conjunto de la sociedad, por medio de una base científica que permitiera sustentarla. Y si bien en el caso de Marx y Engels, la elaboración teórica siempre estuvo acompañada de un programa político para la revolución social, tomando la lucha de clases como motor de la historia –al contrario de Freud- la extensión política del pensamiento freudiano –quiéralo o no- dejó la puerta abierta para toda una generación de intelectuales que apropiándose de su pensamiento, buscaron ir más allá de su mentor, conectando los nuevos fenómenos que paría la humanidad a comienzos del siglo XX, con la primera revolución teórica de la sexualidad.

Es en aquel espacio en que podemos referenciar a las distintas generaciones de psicoanalistas que se cultivaron con las categorías de Freud, tomando mayor o menor distancia de sus postulados, producto de su propio y singular conocimiento sobre el psicoanálisis. Según el historiador Paul A. Robinson(1), Wilhelm Reich, psicoanalista marxista, quien tomará un protagonismo central en el presente artículo, se encuentra ubicado en medio de dos generaciones disidentes al pensamiento de Freud: la primera compuesta por Jung, Adler y Stekel; y la tercera integrada por Fromm, Horney, Sullivan, Anna Freud, y Erik Erikson entre otros.

La relevancia de Reich en este y los próximos artículos, radica no sólo en la importancia de su teoría psicoanalítica a través de la funcionalidad del “orgasmo” (2) y el “pulso de muerte” (3) entre otras categorías, sino en su tarea incansable por unir el psicoanálisis, con los postulados del marxismo. A esto, se le suma su permanente activismo, primero como militante socialdemócrata previo al ascenso del nazismo, y luego como militante comunista hasta finales de la década de los 30, sufriendo también la censura y persecución de la burocracia estalinista, expresada en la descomposición del conjunto Tercera Internacional.

La bravura de Reich, y su compromiso en la lucha por una sociedad sin explotadores ni explotados, sumado a su brillante inteligencia y capacidad como terapeuta, lo llevó tempranamente –bordeando los 30 años- a ser parte la Sociedad Internacional de Psicoanálisis (SIP) ganando un gran prestigio como académico y conferencista. Sin embargo tal motivación política que le llevó a colaborar con otro psicoanalista comunista llamado Otto Fenichel (4), en la denominada “Oposición Marxista”, le significó enfrentarse a los principales teóricos conservadores de la PSI, siendo su principal figura y acérrimo representante, el mismo Sigmund Freud, con quien cuyos desencuentros y diferencias le llevaran a ser finalmente expulsado.

Si bien es complejo no extenderse, en este primer, artículo haré el esfuerzo por describir el desarrollo intelectual y político de Reich, tomando como base la biografía del psicoanalista italiano Luigi Di Marchi “Wilhelm Reich: biografía de una idea”, probablemente la más completa biografía que se haya escrito sobre la vida y pensamiento del teórico marxista.

El Reich según De Marchi

Para referirse a la trayectoria intelectual de Reich, De Marchi separa su vida en dos periodos, los cuales define como el periodo psicoanalítico (o freudiano) y el periodo marxista (Pág. 21 libro de Marchi) (5). Tales momentos estarán atravesados por una serie de estallidos políticos y sociales a nivel mundial, donde sin duda la victoria del partido bolchevique en 1917, llamará la atención de un importante número de estudiantes e intelectuales, quienes ven el proyecto socialista encabezado por Lenin y Trotsky entre otros dirigentes, como el mayor estadio de desarrollo del marxismo, tanto en el plano revolucionario de la teoría, como también en la acción política de las masas.

Los dos momentos de Reich: El psicoanalista

En el caso del psicoanálisis, el interés de Reich surge a comienzos de 1919, con los principales colaboradores de Freud como cabecera (Adler, Forel entre otros), luego profundizando aún más por un foro de sexología en la Facultad de Medicina de la universidad, en que las temáticas de interés psiquiátrico para la época, parecerán chocantes incluso para la mente curiosa de Reich, en un primer momento. Luego su encuentro con Freud en 1921, terminará por reafirmar su interés por los estudios del psicoanalistas, sumado a sus propio interés por encontrar aplicaciones nuevas, relacionadas la “teoría de la sexualidad”, donde  la posibilidad de la idea de que los impulsos vitales humanos puedan ser representados a través de la “función libidinal”, por medio de categorías pertenecientes a la física y a la mecánica, marcarán su particular sello materialista.

Es así como la brillantez revolucionaria de Reich se irá desarrollando en el tiempo, ganándose un prestigio en el círculo de investigadores psicoanalíticos y terapeutas, marcando un punto de inflexión, su teoría sobre la función liberadora del orgasmo, obra publicada finalmente como “La función del orgasmo” (6), texto de 1927, el cual genera tanto admiración como rechazo de los círculos conservadores de la SIP, al contraponerse a la categoría de pulsión de muerte elaborada por Freud.

Los dos momentos de Reich: El marxista

De Marchi es enfático, en reconocer un punto de inflexión de Reich, el cual toma un curso ascendente en el año 1927, a través de un hecho particular en el cual la socialdemocracia liberalizada y la emergencia del fascismo serán determinantes en su compromiso político, frente a los fenómenos convulsivos que se presentan en diversas localidades de Austria. Un hecho particular que marcará la vida de Reich, será el asesinato de un niño de seis y otro de ocho años de edad, a manos de sectores de la reacción fascista, al celebrarse una asamblea socialista en Schattendorf, una pequeña ciudad ubicada en la provincia de Bungenland. Ante tan brutal acción, los asesinos consiguieron escapar, dejándose el caso finalmente, en manos de la justica. Ante este hecho, De Marchi reflexiona sobre la indignación de Reich:

“A pesar de la crueldad del crimen, a pesar de hallarse en una ciudad con una mayoría socialista aplastante, los asaltantes lograron huir y la población dejó en manos de la autoridad judicial el arreglo del sangriento incidente. —¿Por qué —se dijo Reich— la multitud provocada de un modo tan feroz no había reaccionado capturando a los asaltantes y reduciéndoles a la impotencia? ¿Cómo había sido posible que un puñado de asesinos hubieran podido huir sin ser castigados, de una ciudad casi enteramente socialista?” (7)

Es así como su paulatino resquemor y distanciamiento con el Partido Social Demócrata luego de las violentas jornadas de Julio, sumado al interés acerca de la realidad de los miles de obreros austriacos, y a su posterior acercamiento al Partido Comunista, por medio un ávido estudio sobre teóricos como Marx, Engels, Kautsky o Lenin, influenciarán de manera crucial el qué hacer político de Reich, siendo expresión de ello la Asociación Socialista de Consulta e Investigación Sexual en Viena. Allí colocará en práctica sus elaboraciones, asistiendo de manera inédita a miles de obreros y mujeres que frecuentaban el recinto, intentando darle una respuesta y explicación a las problemáticas de su vida sexual.

En el próximo artículo me referiré a la profundización de Reich en el estudio del marxismo y su motivación en hacerle confluir con el psicoanálisis, cuestión que como veremos le traerá importantes costos al médico alemán, producto del conservadurismo del psicoanálisis, y su raigambre burguesa, por fuer de los grandes estallidos sociales a fines de los años 20, sin mencionar el giro contrarrevolucionario en una serie de demandas democráticas impulsado por el estalinismo.

(1)Paul A. Robinson, profesor de historia de la Universidad de Stanford, en su libro “La Izquierda Freudiana”, disecciona a los principales exponentes del denominado freudomarxismo, entre ellos Wilhelm Reich y Herbert Marcuse.

(2) El desarrollo sobre la teoría del “orgasmo”, será uno de los primeros aportes de Reich al psicoanálisis, el cual generará bastante polémica en el círculo conservador de Freud.

(3) Una de las categorías acuñadas por Freud, desarrollada en su obra “Más allá del principio del placer”, entendido como la tendencia de todo ser viviente, a retornar a un estado primario.

(4) Psicoanalista, marxista y comunista. Uno de los principales colaboradores de Reich en la SIP, con quien encabezó la denominada “oposición marxista”, aunque finalmente traicionando a Reich, y la lucha política al interior.

(5)De Marchi describe en realidad tres momentos en la vida de Wilhelm: psicoanalista, marxista y orgónico, aunque para efectos de este artículo, lo central es remarcar el paso del Reich freudiano, al Reich marxista.

(6) Una de las primeras obras psicoanalíticas de Reich, orientada a la problemática de la represión y la liberación sexual por medio del orgasmo.

(7) Extracto de “Wilhelm Reich: biografía de una idea”, pág. 58, editorial Península.


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