Apuntes sobre la estructura económica en Chile: La Energía y el Problema Ambiental

Benjamin Lobos, Economista.

 

Contexto energético en Chile

El consumo de energía primaria en Chile, aunque ha tendido a diversificarse sigue siendo altamente dependiente de los hidrocarburos (61% de los hidrocarburos, año 2014). Siendo esta una de las fuentes más contaminantes. Si vemos la Figura 1, petróleo crudo, carbón y gas natural representan un 33%, 25% y 12% respectivamente.

 

El 60% del consumo total de electricidad corresponde a la minería y al sector industrial -específicamente las metalurgias, plantas de celulosas y cementeras-, sectores que, en muchos casos, son poco eficientes en el uso de electricidad.

 

 

 

La repartición del GAS

El 99% del mercado está en manos de compañías controladas por capitales extranjeros.

La más grande es Metrogas, que a fines de 2014 fue adquirida por el grupo español Gas Natural Fenosa. Esta firma también pasó a controlar el abastecimiento de gas natural en las empresas GasSur y Gasco Magallanes.

Los otros capitales del sector de gas de red provienen de diferentes latitudes. GasValpo, el segundo actor del mercado es controlada por fondos de inversión australianos, uno de los cuales es Access Capital Advisors. Le sigue Intergas, ligada al empresario italiano Stefano Garilli.

Pero en el gas licuado el escenario es diferente: solo hay compañías chilenas. Ahí Abastible, del grupo Angelini, domina el mercado. Le sigue Lipigas, del grupo Yaconi-Santa Cruz, y Gasco GLP.

El 67% de la electricidad producida en 2015 fue por transnacionales

La presencia de capital extranjero es muy intensiva en el sector eléctrico. En términos de generación, en 2015 el 67% de la electricidad producida en el país provino de tres compañías de origen extranjero: AES Gener (Estados Unidos), Endesa (controlada por Enel, de Italia) y Engie (ex E-cl, de Francia-Bélgica).

En este segmento sobresale la presencia del único actor chileno importante, la eléctrica Colbún, ligada al grupo Matte.

¿Cómo se produjo la repartija?

El capital extranjero en Chile pudo entrar gracias a las privatizaciones que hizo la dictadura cívico-militar en los años 80, primeramente, gran parte de las compañías estaban en manos de capitalistas locales, es a partir de la década del 90, debido a que las compañías locales requerían enormes cantidades de capital para crecer, que hicieron entrada los grandes conglomerados transnacionales. Todo esto en el marco de la entrada de capitales a inversiones mineras, principalmente en el cobre.

La energía renovable no convencional y la dependencia de los combustibles fósiles

En los años recientes los capitalistas transnacionales hicieron grandes inversiones en Chile en lo que respecta a energía renovable no convencional, en la última década esta matriz energética alcanzó el 18% de la generación total de energía.

A pesar de esto, la matriz energética sigue teniendo dependencia de los combustibles fósiles. Entre 1996 y 2014 la participación de los combustibles fósiles en la matriz nacional incrementó de 33% a 69,4%. Chile se encuentra subordinado a la inestabilidad y volatilidad de los precios internacionales, lo que afecta directamente al precio de la energía. En este sentido, el precio de la energía es una limitante importante para la inversión industrial, agrícola y minera, lo cual puede influir en la disminución de inversión extranjera en Chile.

La situación económica mundial y la energía como insumo fundamental.

La energía es un insumo importante a la hora de pensar grandes inversiones capitalistas. En el periodo 2010-2013 esto no era tan importante, el alto precio de los commodities, particularmente del cobre, daba más holgura a los capitalistas a la hora de considerar los proyectos energéticos.  Hoy con un capitalismo estancando, con guerra comercial, la energía a bajo costo se vuelve política central para poder sobrevivir a la competencia.

Chile plantea un claro ejemplo de esta dinámica, el gobierno de la derecha juega todas sus cartas al crecimiento, entiende que para esto debe mantener energía de bajo costo, con el fin poder acelerar la inversión de capitales transnacionales, de ahí que se estén destrabando gran parte de los proyectos energéticos. Recientemente la aprobación de tronaduras en Isla Riesco, proyecto que ha sido rechazado por el impacto ambiental que esto podría tener.

Esto es una contradicción absoluta con lo dicho por la derecha y la burguesía local en su conjunto, quienes han enviados proyectos de ley para que en Chile se deje de usar el carbón como fuente energética, por otro lado, permiten las tronaduras para hacer la extracción de carbón más viable económicamente.

Conclusiones

Los capitalistas locales al alero de sus gobiernos, difícilmente podrán darle salida al problema energético en Chile, y con ello a los conflictos ambientales. Se cruzan dos factores: primero, la dependencia de la entrada de capitales extranjeros; segundo, las transnacionales, que habían iniciado un proceso de trasformación energética, hoy frenan sus inversiones a partir de los cambios en la economía mundial, el debilitamiento del crecimiento, la caída de los precios de los commodities, la guerra comercial, entre otros, juegan en contra de poder llevar a delante tal transformación, y no se vislumbra que esto pueda cambiar en los próximos años.

 

 

 

 


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